Dropshipping, la tienda sin inversión

Entras en un portal de mayoristas de China y descubres tablets a 35 dólares, así que echas tus cuentas y dices, como el transporte está incluido, si pongo una tienda en Internet y las vendo a 69€ me saco 42€ por cada una que venda y sin arriesgar nada. El IVA no lo ingreso, porque como mis ventas no llegan a 3.000€ al año, no tengo porqué darme de alta de autónomo.

Y así empieza la tortuosa experiencia de muchos de vosotros, y que voy a intentar desgranar para evitar que nuevos “emprendedores” tengan la misma tentación.

Uno de los negocios de moda es, como no, montar una tienda en Internet, pero con la gran ventaja de no tener que invertir en productos y almacenarlos, sino que gracias a un mayorista, cuando te llega un pedido se lo pasas, lo empaqueta y envía a tu cliente. Tú has cobrado del cliente, así que te quedas con un margen y le pagas a tu proveedor. El negocio no puede ser más fácil y limpio.

Lástima que como suele ocurrir, si algo es demasiado bonito para ser verdad es que es mentira.

Basta una búsqueda de dropshipping en Google para encontrar más de siete millones de resultados, y mientras hace un par de años todo eran maravillas, ahora, muchos de esos comentarios reflejan un aplastante fracaso, así que mucha gente nos escribe preguntando si puede ser ésta la oportunidad que están buscando para montar su autoempleo, así que vamos a intentar explicar qué hay de verdad y de mentira en este sistema.

Si nos basamos en la idea de negocio, lo cierto es que no tiene porqué ir mal. Hagamos una reducción muy básica del modelo. Me hacen un pedido y me ingresan el dinero. Me voy al almacén y compro el producto que envío inmediatamente a mi cliente y me quedo con mi margen.

Hasta aquí todo es sencillo, el problema viene de la gente que quiere ganar mucho dinero en poco tiempo, y para eso, en lugar de ir a un proveedor español, se meten en un portal chino y buscan allí sus productos, que lógicamente son mucho más baratos (luego descubriremos por qué). Hacen un pedido y empiezan los problemas. Si no quieres que el envío se coma la diferencia de precio lo tienes que pedir por correo, así que tarda un mes en llegar. Pero ahí no terminan los problemas. Cuando llegan muchos de estos pedidos el producto no es lo que prometía, muchas veces porque han cambiado el modelo sin decir nada. También ha podido llegar estropeado, y aunque des con un proveedor serio que se haga cargo y te envíe otro, para cuando llegue tendrás el buzón lleno de quejas de tu cliente desesperado. Pero hay más complicaciones posibles, puede que recibas una llamada de la Aduana española para que te pases a recoger el paquete. Eso significa que tendrás que pagar los correspondientes aranceles, lo que no solo puede acabar con tu beneficio, sino incluso producirte pérdidas.

Si creías que había terminado todo estás equivocado. Para vender en la Unión Europea hay que responder de la garantía por dos años de los productos, así que tienes que almacenar piezas o unidades adicionales para cubrir los más que posibles fallos y roturas.

Creo que a estas alturas no necesitas que te detalle los motivos para comprar a un proveedor local, y quizás muchos de vosotros entendáis lo costoso que es hacer una importación de productos y mantenerlos.

Al albor de este próspero negocio aparecieron proveedores que te dan la solución llave en mano. Te ofrecen una tienda virtual con el proceso automatizado, de forma que todos los pedidos entran en su almacén, y ellos directamente los sirven. El problema de estas soluciones es la escasa rentabilidad. Tienes que pagar por la tienda, y de cada producto te llevas un pequeño porcentaje. En realidad, eres un comercial del proveedor que además ha pagado por serlo. Luego descubres que a tu página no entra nadie porque se pierde en el mar de Internet, y la única forma de aparecer en los resultados de las búsquedas es pagando por ello, así que el negocio ya no es tal.

Si eres más lanzado y decides ir por libre quizás te animes a instalarte un Prestashop y ponerte a vender. Total, tampoco será tan difícil. Bueno, la verdad es que la instalación es sencilla, pero la parametrización, y sobre todo, la administración día a día no es tan fácil.

No te tienes que dedicar solo a vender, sino que tienes que actualizar el software casi todos los días. Instalar módulos de seguridad, porque las plataformas gratuitas son objetivo de los ciberataques, pero llega el día en que hay que hacer un cambio completo de versión, y eso son palabras mayores. Ahora no recurras al amigo que te dijo que era fácil, porque él lo único que hizo es instalarlo y ver que salía el “hola mundo”. Así que tendrás que contratar a un profesional que te mantenga la plataforma, y eso tiene un coste, pero te dará tranquilidad y tiempo para vender.

¿Hay una alternativa más fácil y económica? Pues sí, las hay. Yo diría que para alguien que quiere empezar lo mejor es plantearse la venta sin el inconveniente de la inversión. Eso se consigue usando las tiendas de terceros para vender. Es gratis dar de alta tus productos en eBay o Amazon. Por allí pasan la mayor parte de los compradores, así que tendrás más posibilidades de que lleguen a tus productos, sobre todo, si buscas algo diferente al resto. Si intentas competir con cámaras digitales lo tendrás mucho más difícil que si buscas algún accesorio que no esté tan trillado. Esto lo puedes apoyar con redes sociales en las que es bastante barato anunciar tus productos de una forma segmentada.

En cualquiera de los casos, debo decirte que según la legislación española no hay cantidad mínimo de facturación que esté exenta, lo que significa que para facturar, aunque sean 10€, tienes que tener un alta de autónomo o empresa. Cualquier otra cosa es correr el riesgo de que Hacienda te lo reclame. Sin entrar en como penaliza esa normativa el autoempleo.

Para terminar, recordar que la clave es dar con un nicho de mercado. No puedes competir en los mercados masivos, así que tienes que buscar lo que a ellos no les interesa. Ya sé que no es fácil, y quien te quiera vender un curso en el que te muestra cómo hacerlo, te engaña, porque si de verdad lo supiera lo aplicaría él mismo. El mayor negocio que ha generado el dropshopping es para la gente que vende cursos sobre su aplicación.